Es muy difícil ver hacia el final de los
sueños. Es triste y agotador ahogarse con reproches e incertidumbres de pésimo sabor. Ya no se ni que hacer, si estar o no, porque no se si vas a amargarme el día o todo lo contrario. Ya no soporto esta situación, de no saber que siento. Lo único que agradezco es a los simples y cotidianos momentos que me hacen sonreir y ver hacia adelante sin temor. Los que me hace tener
paz, paz entre tanto caos y miedo.
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